El comercio electrónico, abreviado como e-commerce, se refiere a las transacciones comerciales realizadas a través de Internet, ya sea mediante computadoras, teléfonos móviles, tabletas u otros dispositivos móviles. También se aplica a los sitios web de venta de marcas propias.
El e-commerce ofrece numerosas ventajas tanto para los minoristas como para los consumidores. Sin embargo, es importante comprender las particularidades y características de este modelo de negocio para aprovechar al máximo su potencial.
Aquí aprenderás sobre conceptos como los sitios web B2B, B2C, C2C y D2C, así como las diferencias entre una plataforma de comercio electrónico y un marketplace. Estos conocimientos te permitirán entender mejor el mundo del e-commerce y todas las posibilidades que ofrece.
Diferencia entre e-commerce y marketplace
Primero que nada, es importante destacar que hay diferencias entre las categorías de comercio en línea, especialmente en lo que respecta a los e-commerce y los marketplaces:
E-commerce: o comercio electrónico, se refiere a la venta de productos o servicios a través de una plataforma en línea operada por una única empresa o marca. En un e-commerce, la empresa es responsable de gestionar todos los aspectos de la venta, desde la creación del sitio web hasta el procesamiento de pagos y el envío de los productos.
Marketplace: es una plataforma en línea que reúne a múltiples vendedores o tiendas en un solo lugar, ofreciendo una variedad de productos de diferentes marcas y empresas. Los marketplaces actúan como intermediarios entre los vendedores y los clientes, facilitando la transacción y brindando servicios como el procesamiento de pagos y la gestión logística.
La principal diferencia entre un e-commerce y un marketplace radica en la estructura y la gestión. Mientras que en un e-commerce una sola empresa controla todo el proceso de venta, en un marketplace se permite que múltiples vendedores vendan sus productos en la misma plataforma, ofreciendo a los clientes una mayor variedad de opciones.
Ambos modelos tienen sus ventajas y desafíos, y la elección entre e-commerce y marketplace dependerá de las necesidades y objetivos específicos de cada empresa.
En la actualidad, es posible vender prácticamente cualquier tipo de producto a través de Internet, incluyendo alimentos, automóviles e inmuebles, por ejemplo. Como resultado, muchas empresas tradicionales de venta minorista están invirtiendo en su propio comercio electrónico para fortalecer su presencia digital, seguir las tendencias del mercado, diversificar los canales de venta y ofrecer soluciones más prácticas y tecnológicas al público.
Un comercio electrónico funciona como una tienda virtual para tu negocio, con una exhibición de productos y servicios, gestión de inventario, recepción de pedidos, seguimiento de ventas y todas las actividades diarias de un comercio. En el próximo apartado, explicaremos un poco más acerca de los diferentes tipos de comercio electrónico. ¡Sigue leyendo!
Cómo funciona el E-commerce?
Crear un sitio web de ventas para tu marca puede parecer un desafío, pero al comprender el funcionamiento del comercio electrónico, podrás planificar y llevar a cabo tus ideas.
El proceso de compra en el e-commerce comienza cuando el cliente busca el producto o servicio que necesita o desea adquirir. Ya sea a través de motores de búsqueda como Google, redes sociales como Instagram o Facebook, o cualquier otra plataforma en línea, es importante que tu marca esté presente en Internet para ser encontrada por los clientes potenciales. A continuación, te explicamos de manera concisa cómo funciona el comercio electrónico:
Productos, servicios y stock
Lo primero que necesitas es tener buenos proveedores y un lugar adecuado para almacenar los productos. En el caso de los servicios, asegúrate de que tu equipo esté siempre actualizado y bien capacitado. No sirve de nada tener un comercio electrónico sin una buena preparación de lo que vas a vender.
Plataforma de e-commerce:
Cuando estamos en la calle o en un centro comercial, antes de entrar en una tienda, los clientes son atraídos por el escaparate. En el comercio electrónico, tu escaparate es tu sitio web de ventas. Por eso, es importante elegir una plataforma que permita transmitir la identidad de tu marca en el diseño, fuentes, posicionamiento, etc.
Después de este primer contacto, el cliente buscará lo que tu tienda ofrece. Presta atención a cómo se presentarán los productos y servicios, con detalles de descripción, fotos y videos. Además, elige una plataforma que ofrezca una navegación rápida y sin interrupciones para que el cliente no abandone la compra debido a problemas técnicos.
Recuerda también que las compras en el comercio electrónico se pueden realizar a través de una computadora, tableta o teléfono inteligente, por lo que tu tienda debe ofrecer una buena experiencia de compra independientemente de la opción utilizada.
Cuando los productos se agregan al carrito, el cliente es dirigido a la página de pago, que es básicamente el momento en que vamos a la caja para finalizar la compra. Al igual que en una tienda física, se solicitan algunos datos como nombre, dirección y correo electrónico. En el comercio electrónico, proporcionar esta información es obligatorio para que se envíe el producto, además de ser necesario para calcular los gastos de envío y emitir la factura correspondiente.
Por último, el pago. Se ofrecen diferentes opciones de pago en tu tienda en línea y el cliente elige la mejor forma de pago. Tu operación recibe la confirmación y prepara el producto para su envío.
Métodos de envío
Una vez que la compra ha sido realizada, tu tienda puede enviar los productos a través de servicios postales como Correos o mediante compañías de transporte. Para e-commerce locales, también existen opciones como mensajeros en motocicleta o incluso entregas propias. Además, es importante considerar la logística inversa en caso de cambios o devoluciones.
Servicio al cliente
Al igual que en las tiendas físicas, es fundamental que el e-commerce se asegure de tener clientes recurrentes, repetición de compras y recomendaciones. Una venta no finaliza con el envío del producto. En el comercio electrónico, es aún más sencillo mantener el contacto con los clientes después de la compra, ya sea a través de correo electrónico, teléfono o WhatsApp.
Historia del E-commerce
El e-commerce, o comercio electrónico, tuvo sus inicios en las décadas de 1970 y 1980, mucho antes de la popularización de internet tal como la conocemos hoy en día. Durante ese período, las empresas comenzaron a utilizar redes de computadoras y sistemas de intercambio electrónico de datos para realizar transacciones comerciales entre sí.
El primer ejemplo significativo de e-commerce ocurrió en 1979, cuando Michael Aldrich, un empresario británico, creó el concepto de “teleshopping”, que permitía realizar compras de forma remota a través de transmisiones de datos. Esto marcó un hito importante en el desarrollo del e-commerce.
En la década de 1990, con la llegada de internet comercial, el e-commerce comenzó a expandirse rápidamente. Empresas como Amazon y eBay surgieron en ese momento y revolucionaron la forma en que las personas compran y venden productos.
A partir de ese punto, el e-commerce continuó creciendo y evolucionando, impulsado por la accesibilidad a internet, avances tecnológicos y cambios en el comportamiento del consumidor. Hoy en día, el e-commerce es una parte esencial de la economía global, abarcando una amplia gama de sectores y brindando conveniencia y opciones de compra a los consumidores en todo el mundo.
Tipos de E-commerce
Existen diferentes tipos de e-commerce que se adaptan a distintos modelos de negocio y formas de comercialización. A continuación, se mencionan algunos de los principales tipos de e-commerce:
B2C (Business-to-Consumer): Es el tipo más común de e-commerce, donde las empresas venden productos o servicios directamente a los consumidores finales. Por ejemplo, cuando compras ropa, electrónicos o productos en tiendas en línea.
B2B (Business-to-Business): En este caso, las transacciones comerciales se realizan entre empresas. Aquí, una empresa vende productos o servicios a otra empresa. Por ejemplo, la venta de suministros de oficina a empresas o la adquisición de componentes por parte de fabricantes.
C2C (Consumer-to-Consumer): Este tipo de e-commerce implica la venta directa de productos o servicios entre consumidores. Los ejemplos más comunes son los sitios de subastas en línea, donde los usuarios pueden comprar y vender productos entre sí.
D2C (Direct-to-Consumer): En este modelo, las empresas fabricantes o productores venden sus productos directamente a los consumidores, sin intermediarios. Esto les permite tener un mayor control sobre la experiencia del cliente y la comercialización de sus productos.
C2B (Consumer-to-Business): En este caso, los consumidores ofrecen productos o servicios a las empresas. Un ejemplo de esto es cuando un influencer o un blogger es contratado por una empresa para promocionar sus productos o servicios.
Estos son solo algunos ejemplos de los diferentes tipos de e-commerce que existen. Cada uno tiene sus características y requisitos específicos, y las empresas pueden optar por utilizar uno o varios de ellos, según su modelo de negocio y estrategia de ventas.
6 Ventajas del E-commerce
El e-commerce ofrece varias ventajas tanto para los empresarios como para los consumidores. Aquí están algunas de las principales ventajas del e-commerce:
- Acceso global: El e-commerce permite que las empresas lleguen a un público global sin restricciones geográficas. Esto significa que es posible vender productos o servicios a clientes en cualquier parte del mundo, ampliando significativamente el alcance del negocio.
- Mayor conveniencia: Los consumidores pueden hacer compras en cualquier momento y desde cualquier lugar, sin tener que salir de casa. Esto proporciona una experiencia de compra conveniente y flexible, permitiendo que las personas compren productos o servicios de manera rápida y fácil.
- Menores costos operativos: En comparación con una tienda física, un e-commerce tiene costos operativos significativamente más bajos. No es necesario alquilar o mantener un espacio físico, contratar muchos empleados o lidiar con otros gastos relacionados con una tienda física. Esto permite que las empresas reduzcan los costos y ofrezcan precios más competitivos.
- Ampliación del alcance y visibilidad de la marca: Con el e-commerce, es posible llegar a un público más amplio y aumentar la visibilidad de la marca. A través de estrategias de marketing digital, las empresas pueden promocionar sus productos o servicios a un gran número de personas, aumentando el reconocimiento de la marca y atrayendo nuevos clientes.
- Personalización y segmentación: El e-commerce permite a las empresas recopilar datos sobre los clientes y sus preferencias de compra. Con esta información, es posible personalizar la experiencia de compra y ofrecer productos u ofertas específicas basadas en los intereses y necesidades individuales de los clientes.
- Facilidad de comparación de precios y productos: Los consumidores pueden comparar fácilmente precios, características y evaluaciones de productos en diferentes tiendas en línea. Esto facilita la toma de decisiones informadas y ayuda a los clientes a encontrar el mejor producto u oferta disponible.
Estas son solo algunas de las ventajas del e-commerce. Cada vez más personas están adoptando el comercio electrónico debido a sus comodidades y beneficios, tanto para las empresas como para los consumidores.
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